La Aurora Boreal

La aurora boreal aparece sobre el lago Coal Lake en Yukon, Canadá. Las partículas solares emitidas por las enormes explosiones y las erupciones solares en la superficie del sol colisionan con los gases de la parte superior de la atmósfera terrestre. La energía resultante de esta interacción entre el viento solar y las moléculas en la atmósfera es emitida en forma de fotones.
La enorme cantidad de colisiones hace que la aurora parezca desplazarse sobre el firmamento, creando un maravilloso espectáculo luminoso de la naturaleza.

Es así como el artista Eric Travers pone en la vitrina del Word Express Photo una fotografía maravillosa y espectacular desde diversos puntos de vista.
Para el análisis del cuadro, se debe de recurrir a la sigla CTC, Composición, Técnica y Contenido en el cual se plasman las ideas y la emotividad que la madre naturaleza regala al ser humano.

La composición de la imagen está separada en dos mitades, siendo la parte de arriba la más llamativa y llamada zona celestial, la cual deslumbra al espectador por el color y por el extraño suceso natural de la aurora boreal en la atmósfera de la tierra.
En la parte de abajo el artista sitúa la zona terrenal, en la cual da a conocer que la fotografía pertenece a la realidad, con un cerro y árboles en el horizonte que llaman la atención y le da las bases al espectador para que admire la fotografía y reflexione acerca de las maravillas de la naturaleza.

La técnica de la fotografía es admirable, ya que para poder realizar esa impresión, el artista necesita jugar con la variación del tiempo de la exposición de la cámara, con esto necesariamente el objetivo debe de estar fijo y junto con la composición adecuada se puede crear el efecto buscado por el artista pero dado por la naturaleza.

El contenido de la imagen está dado por la expresión que el artista quiere lograr hacia el público y en el cual demuestra lo inalcanzable y a la vez lo espectacular que es el universo. La espiritualidad del hombre se ve reflejada en algo puro y celestial que encanta a los ojos y al corazón.

Cine Arte

Una imagen en la cual una flor se abre en solo unos segundos acompañada de música clásica orquestada o el lento pasar de las nubes en un cielo azulado son pequeños fragmentos de lo que denominamos cine arte.

Si bien es cierto no hay una regla, norma o política clara y establecida para catalogar a una película en cine arte hay ciertos elementos claves para entender y comprender este tipo de movimiento cinematográfico.

El llamado cine arte nace cuando existe el afán de las personas por encontrar aquellas cintas en las cuales se rompe el esquema propio del cine comercial como es la taquilla, el marketing, la publicidad y el merchandising.

El objeto del cine arte en algunos casos es solo mostrar un capricho de un determinado director, en otros casos es mostrar la historia fantástica y llena de matices de un escritor o escuchar las diferentes tonalidades y melodías con distintos instrumentos que propone un director musical. En fin un sin numero de elementos que entrelazados cumplen la función de ver de una perspectiva absolutamente diferente las cosas y presentárselas al espectador de manera de crear un sentimiento único y subjetivo.

En Chile existen cines especializados en este tipo de cintas comos son los más comunes el cine arte Normandie, El Biógrafo y el cine arte alameda. Pero también existe una cadena de cine comercial llamada Hoyts que entre sus múltiples complejos tiene cabida para proyectar este tipo de cine.

El gerente administrativo de cine hoyts estación central, Ferrnando Lara, define a este tipo de cine como no comercial y lo cataloga como una forma de expresión única y subjetiva que atrae a publico segmentado y bien definido como son profesionales de las comunicaciones, estudiantes de artes y literatura. También dice que cine hoyts posee convenios con los distribuidores de películas cine arte y los porcentajes de ganancias son relativos tanto para el distribuidor como para el cine.

Es un enorme desafió realizar una película tan segmentada como cine arte, esto es por los enormes costos de producción y de distribución además de tratar de no pasar al olvido y dejar una huella para quienes disfrutan de este estilo. No es importante el competir con enormes producciones hollywodenses, si no más bien llegar a aquellas personas que realmente están preparadas para este estilo de arte.


Hoy en día la brecha entre comercial y arte está cada vez más ajustada por la sencilla razón de que el publico poco a poco se esta entusiasmando más con este ultimo tipo de genero por lo que la aceptación es mayor y se esta generando una especie de seguimiento por aquellas películas de culto.

Fernando Lara de cine Hoyts explica que hay una nueva forma de ver este tipo de cine y que la aceptación de estas cintas esta dada porque las personas aparte de buscar entretenimiento en películas hollywodences también busca sentimientos y emociones más fuertes y ligadas a nuevas experiencias de vida.

En Chile uno de los casos mas congruentes de habla hispana es el del cine de Pedro Almodóvar, que realiza en sus películas un tratamiento de personajes y de situaciones que se podrían catalogar como cine arte.

Del cine norteamericano se podrían rescatar títulos como “Memento” de Christopher Nolan y “Carretera Perdida” de David Lynch. Estas son películas que tienen un controvertido tratamiento estético además de un guión donde el subtexto es una de las principales cualidades.

En el caso de películas chilenas, Fernando Lara, dice que no hay criterios adecuados hasta el momento en el tratamiento de las cintas pero que por ahora resaltan películas que han forjado la historia nacional como patrimonio cultural como el caso de “Valparaíso mi amor” de Aldo Francia y “Tres Tristes Tigres” de Raúl Ruiz.

Sin duda habrá que esperar muchísimos años para que los conocedores del cine nacional cataloguen nuestras cintas y esto se logra cuando las películas adquieren ciertas connotaciones ideológicas, políticas y culturales que resalten y adquieran cierto valor sentimental en el futuro.

Películas imperdibles en el tiempo, 3º parte

A principios de la década de los 80, el director Ridley Scott lleva a la pantalla grande una obra cinematográfica indiscutible, Blade Runner (1982) la cual se desarrolla en un futuro cercado, donde la tierra es una gran metrópolis oscura y lluviosa, llena de naves espaciales y publicidad de neón. El protagonista, Harrison Ford (Deckart), debe cumplir la misión de exterminar a los replicantes, robots inteligentes e iguales a los seres humanos, y que por su peligrosidad deben ser dados de baja. Con esto Deckart comienza un viaje a lo desconocido, donde más que investigar y explorar los pasajes ocultos de los robots, se ve atraído por su forma de pensar y su espíritu de sobre vivencia.

El silencio de los inocentes (1991), del director Jonathan Demme, es tal vez el filme de suspenso más extremo en la década de los 90. Y no es para menos ya que la brillante actuación de Anthony Hopkins, interpretando al caníbal Hanníbal Lecter, es tal vez una de las mejores actuaciones en su carrera, y donde la crudeza de las acciones y los diálogos hace que la progresión dramática de las escenas sea un hilo conductor de misterio y emociones los cuales mantienen al espectador en constante alerta.

El consagrado actor Tom Hanks, le da vida a un personaje muy especial en la película Forest Gum (1994), donde interpreta la vida de un hombre que sufre de retardo mental y donde los sentimientos y emociones de este ser perpetran al publico y las condiciones humanas que prosperan durante las décadas de los 60, 70 y 80 en los Estados Unidos. Forest Gum cautiva a la gente por medio de su simpleza y ternura, con la cual conquista a una sociedad en constante peligro de decadencia y dejadez.

Belleza Americana (1999) de Sam Mendes; La gran ganadora de los premio oscar en ese año, llevándose 5 estatuillas incluyendo la de mejor actor para Kevin Spacey, y que sin lugar a dudas realiza una magnifica interpretación acompañado del director Mendes que interpreta una poesía de película, creando una atmósfera donde los pequeños conflictos familiares son el hilo conductor de insatisfacciones y pleitos, en un mundo cada vez más competitivo. Es así como la realidad se ve al desnudo y donde los protagonistas se mueven por sus propios intereses dejando de lado el concepto de familia. Lester Burnham (Spacey), tras su impotente vida deja su trabajo para darse un tiempo a si mismo y mediante esto pretende recuperar todos aquellos años de rutina y frustraciones y en aquel camino encuentra un mundo en que las cosas más sencillas son las más grandiosas.

A fines de la década de los 90, el director de origen Hindú, M. Night Shyamalan, salta a la luz cinematográfica con su opera prima y una apuesta fílmica que revoluciona el cine de suspenso, Sexto Sentido (1999), donde Bruce Willis interpreta a un psicólogo infantil llamado Malcom Crowe, quien conoce y pone en sus manos el extraño caso de un pequeño niño (Haley Joel Osment) el cual es aterrorizado por espíritus donde la inocencia e ingenuidad se contraponen con las chocantes imágenes que el director maneja en progresión del tiempo. Y donde el factor sorpresa en el desenlace es llevado en forma espectacular, poniendo al espectador en eterno conflicto y duda por la rara y a la vez sencilla historia.